Big Bang:
Se traduce como “Gran Estallido”. Es la teoría cosmológica más aceptada a nivel científico que intenta explicar el origen del universo como lo conocemos (aunque hay otras teorías muy consistentes que contradicen al Big Bang, otras que lo complementan y otras que lo definen de una manera algo distinta).
Gracias a numerosas observaciones, se determinó que, hace aproximadamente 13.7 billones de años, el universo no era más que una denominada “singularidad espaciotemporal”; un punto infinitamente pequeño y denso, con energía y temperatura tan grandes que serían imposibles de medir. En un momento dado comenzó a expandirse, y en menos de una mil millonésima de segundo comenzó un período de “inflación cósmica” en el que continuó expandiéndose exponencialmente, diseminando la energía y la materia en forma de los componentes más básicos. Mientras el universo continuaba enfriándose, estos componentes comenzaron a combinarse para formar protones, electrones, neutrones y otras partículas elementales, así también dando origen a las fuerzas fundamentales de la física, como la gravedad. Gracias a estas fuerzas, las partículas elementales dieron origen a los átomos de elementos básicos. Luego de miles de años, ciertas zonas de materia más densa adquirieron más gravedad, lo cual permitió juntar esta materia y dar forma a todos los objetos celestes que vemos hoy en día, desde un asteroide hasta una galaxia. Gracias a mediciones actuales, se asegura que el 70% de la energía del universo es la misteriosa “energía oscura”, la cual parece provocar que el universo se siga expandiendo aún hoy, aumentando su velocidad exponencialmente, lo que a la vez deja lugar a teorías sobre el fin del universo, como el Big Crunch, el Big Rip o el Big Freeze.